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Petros Márkaris

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Paginas: 288

Genero literario: Novela negra

Sinopsis:

Atenas no es ya una alegre ciudad mediterránea, sino un escenario de sufrimiento y de pobreza; aunque no hay atascos, porque la gente no tiene dinero para mantener su coche, por la noche las calles desiertas y mal iluminadas parecen abandonadas.
Katerina, la hija de Jaritos, sufre una agresión cuando salía de los juzgados, por defender los derechos de unos inmigrantes africanos; todo indica que sus agresores son miembros del cada vez más nutrido partido neonazi Amanecer Dorado. El comisario Jaritos, por su parte, tiene que investigar la aparición del cadáver de Andreas Makridis, un alemán de origen griego que había decidido instalarse en Atenas y abrir una empresa de energía eólica. Aunque Makridis, al parecer, se ha suicidado, un grupo de nuevo cuño, autodenominado los «Griegos de los Años Cincuenta», reivindica su asesinato.
Mientras Katerina se recupera de la agresión, se descubre un segundo cadáver, el del propietario y director de una academia privada. Ha sido ejecutado con un tiro en la sien con una vieja Smith & Wesson, como las que el ejército norteamericano proporcionó a los militares griegos después de la guerra civil. De nuevo, pese a que se trata claramente de un suicidio, los «Griegos de los Años Cincuenta» reivindican esta muerte. No será el último cadáver que se descubra.

Comentario

Como me iba unos días de vacaciones a Grecia, quería leer a la vez una novela situada en Atenas de Petrus Márkaris y comprobar la realidad del contexto que nos propone el autor.

Si has leído alguna de las anteriores, estarás habituado/a a es lectura fácil de los casos del inspector Jaritos que a la vez que va resolviendo sus casos nos presenta la situación de su país de telón de fondo.

Según el autor, dice que con esta novela acaba la serie del inspector Jaritos porque está desanimado de la situación que vive su país y no es para menos, aunque yo diría que no sólo de su país sino de todos nosotros cuando se ve a las claras que la democracia ha pssado a segundo plano y dominan los mercados. Se augura un futuro poco prometedor para todos.

Pero volviendo a la literatura, leer a Márkaris es pasar un rato agradable porque les da ese sentido del humor un poco negro que hace que sea fácil leerle.